Cada año, miles de animales son abandonados: en calles, cajas, campos, o simplemente atados, esperando a alguien que nunca volverá.
Ellos no pueden hablar, pero sienten. Sienten miedo, frío, hambre… y lo peor: el abandono de quienes creyeron su familia.
Abandonar no es una opción. Si no puedes seguir cuidando a tu mascota, busca ayuda. Existen refugios, asociaciones y redes solidarias dispuestas a orientarte.
Comparte este mensaje. Educa. Sé parte del cambio. Porque ellos no lo harían contigo… ¿por qué hacerlo tú con ellos?
No te calles. Ellos no pueden defenderse.
Cada día, miles de animales sufren en silencio.
Denuncia el maltrato.
Adopta, no compres.
Esteriliza.
Sé su voz.
